Genuina


Descubrirte auténtica, disfrutando de cada momento como una niña despreocupada. Contigo los instantes son sin duda eternos. No hay tiempo para las indecisiones ni para la marcha atrás, es el ahora o nunca. Fijas tu mirada en el objetivo y tus manos recorren la roca hasta encontrar el agarre que te conviene para avanzar. Tus piernas eternas se alzan buscando el agujero o la adherencia donde posicionar la goma negra de tus pies de gato.

Tu alma cándida descubre cada palmo de roca, le entregas tu esencia a sus formas veleidosas. Te olvidas de la razón, del dolor y del miedo. Te entregas como un gladiador en una lucha greco-romana, te dejas zarandear por los movimientos rápidos y ligeros que te exige para avanzar sobre ella. En ocasiones, contoneas tu cuerpo suavemente, acariciando y equilibrando tu posición buscando el encaje perfecto para progresar. Lo único que buscas es avanzar en ella y ella caprichosa se ofrece para que acaricies, abraces, sujetes, pises y abandones cada una de sus formas. Tu gestual ecléctico se adapta a su figura, tu entrega la satisface, te pierdes en ella y en la fusión de tu cuerpo en sus lineas alcanzáis el clímax en un último movimiento extenuante que finaliza en su cumbre.

Comentaris

Buf... Preciosa descripción del acto de escalar¡¡ Nunca he leido nada que describa la interacción con una roca o una pared de manera tan sensual.
Cris Pérez ha dit…
¡JM!

¡Gracias!

Me gusta pensar que existe una cierta relación simbiótica entre la roca y quien lee las lineas para intentar deslizarse y descifrar los movimientos. Conseguir una simbiosis perfecta es fluir y olvidarse de quien es unx mismx para formar parte de un todo, llámese Gaia, llámese Universo o como se quiera llamar.

Es que sólo pensar en lo que me proporciona la roca, me transporta.

¡Un beso!
Anònim ha dit…
Simplemente Brutal!!

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